ANOMIA. ENSAYO.

ENSAYO DE LA ANOMIA.

Ensayo realizado por la licenciada ELDA MARIA CASTILLO CHI


INTRODUCCIÓN
La anomia es un tema muy complejo, por lo que en esta ocasión se pretende analizar y reflexionar sobre las causas que originan dentro la sociedad los diversos problemas que de uno u otro modo interfiere al buen desarrollo del país, esto es desde sus respectivos elementos.
Como primer punto se presenta un breve concepto de lo que es la anomia y de dónde deriva, los distintos enfoques a que se enfrentan entre otros; de igual forma cómo se desenvuelve la anomia dentro de la sociedad, cómo ha interferido de manera inconsciente y que el mismo individuo ha creado desde la influencia contemporánea.
La desorganización social, psicológico, económico, educativo, antropológico etc., que conlleva al impedimento de la aplicación de la ley en su momento sea este jurídico o de respeto.
Mas que nada se centra en las distintas desviaciones que el hombre ha ocasionado desde una institución o cualquier otro medio que pudiera contraponer el buen avance progresivo de formación de individuos, facilitando el desequilibrio total de la actualidad, entre estos tenemos la cultura, la religión que mucha veces es un instrumento formador o destructor así como cualquier otro aspecto general.

Este trabajo tiene como finalidad comprender los obstáculos que la anomia ha cimentado desde el inicio de vida, desde el solo hecho de no respetar las ideas propias de una persona, esto solamente es un ejemplo.
Por ultimo tenemos las conclusiones a la que llegué con este trabajo que forma parte del perfil académico que he adquirido y que me acerca más cumplir las normas y reglas dentro la sociedad como persona individual.
Además de que cada una de las referencias en cuanto al tema, ha servido para ser un poco más consciente de lo que en realidad sucede en el entorno de uno mismo.


Concepto de anomia
El diccionario de la lengua española define anomia “como ausencia de ley. Formando así un conjunto de situaciones que derivan de la carencia de normas sociales o de su degradación.” El término anomia etimológicamente sin norma. Se supone que la anomia es un colapso de gobernabilidad por no poder controlar esta emergente situación de desequilibrio experimentada por un individuo o una subcultura, hecho que provoca una situación desorganizada que resulta en un comportamiento no social”.[1]
Nos referiremos al concepto de anomia en su avance histórica, desde su iniciación como un término aplicable a determinadas situaciones comunitarias tanto por historiadores, filósofos y sociólogos, de acuerdo con sus circunstancias sociales. En sociología se lo utilizó primeramente en Europa, luego en los Estados Unidos de América. A su vez aunque sucintamente veremos cómo se ha empleado en nuestra realidad social.
Se podría decir que la anomia a nivel individual, según Herodoto de Alicarnaso (484 - 406 a.C.) le da tres significados: El primero, se refiere a cuando el individuo es violento, terrible, es decir, no tiene cualidades humanas positivas. En una segunda: expresión alude a las normas religiosas, o de origen divino cuyo incumplimiento ocasionan actos impíos lo cual se mencionará más adelante en este trabajo. La tercera acepción es la no aceptación de las reglas no escritas, o sea las costumbres sociales, lo que es apropiado para cada ocasión. Los tres significados se refieren a las reglas de conducta, con distintos orígenes o causalidades. En principio sólo incluía al comportamiento individual, luego lo amplió para abarcar a las normas de un grupo social.

[1] http://es.wikipedia.org/wiki/Anomia


La anomia dentro de la sociedad
Muchas veces dentro de la sociedad no se reconoce que algunas situaciones se encuentran fuera de la ley y por lo tanto los mismos individuos ignoran esa regla; es decir, la falta de normas o incapacidad de la estructura social de proveer a ciertos individuos lo necesario para lograr las metas de la sociedad. Se trata de un concepto que ha ejercido gran influencia en la teoría sociológica contemporánea. También ha ofrecido una de las explicaciones más importantes de la conducta desviada. Anomia puede referirse al desorden neuropsicológico caracterizado por la dificultad para recordar los nombres de las cosas.
Así vemos que, lo que el individuo ha vivido desde su niñez influye en gran manera a la formación que va adquiriendo en su entorno social, pero como primer punto, desde el núcleo familiar, es por esa razón que actualmente nos enfrentamos en situaciones jurídicas muy complejas que se ha convertido en polémica, sobre si el individuo comete o no un delito. Por supuesto que la ignorancia de ésta no justifica la acción, aún a sabiendas que el problema deriva de un proceso psicológico. .
El término (etimológicamente sin norma) se emplea en sociología para referirse a una desviación o ruptura de las normas sociales, no de las leyes (esto último es "delito"). En el mismo sentido ha sido retomado por la antropología, aunque en esta disciplina ha ido perdiendo vigencia tras la crítica de las corrientes opuestas al funcionalismo estructuralista, sobre todo el Multiculturalismo.
La mayor presión conducente al desvío se da entre los grupos socioeconómicos más bajos y las conductas desviadas son: el
crimen, el suicidio, los desórdenes mentales, el alcoholismo, etc. Se supone que la anomia es un colapso de gobernabilidad por no poder controlar esta emergente situación de alienación experimentada por un individuo o una subcultura, hecho que provoca una situación desorganizada que resulta en un comportamiento no social.

Lo que ha provocado que la sociedad en la actualidad esté fuera de control, desde el núcleo familiar, de alguna forma contribuye a la falta de aceptación de la formación de individuos más capaces de sobrellevar conductas desviadas.
El término fue introducido por
Émile Durkheim (La división del trabajo social y El suicidio) y Robert K. Merton (Teoría social y estructura social); este último formuló las leyes que, al incumplirse, conducían a la anomia:
v Los fines culturales como deseos y esperanzas de los miembros de la sociedad.
v Unas normas que determinen los medios que permitan a las gentes acceder a esos fines.
v El reparto de estos medios.


La anomia es en este caso una disociación entre los objetivos culturales y el acceso de ciertos sectores a los medios necesarios. La relación entre los medios y los fines se debilitan.
El concepto de anomia está vinculado a otros como el
control social y la desviación. Pero la anomia se debe al actuar de un agente social manifiesto en ausencia de normas en relación con el éxito en un rol dentro del sistema. La regulación moral correspondiente -codificada en normas sociales- queda obsoleta en la función de favorecer la solidaridad orgánica, por lo que se produce una desinstitucionalización por falta de los referidos valores normativos, en un abanico que va desde los usos y costumbres al extremo más grave de la falta de igualdad de oportunidades sociales para avanzar al siguiente escalón de nuevos bienes culturales, religiosos o societarios del progresivo estadio de desarrollo.
Considero que en este aspecto antes mencionado la falta de oportunidades que la sociedad requiere ha impedido el buen desarrollo del comportamiento de la misma, ha impedido el éxito de metas que cada quien se ha propuesto con la finalidad de sobresalir de la subyugación de las propias autoridades, al negarles las oportunidades de participación y formación, así llegamos a la conclusión de que la anomia no es ajena a este círculo social, sino que ha sido provocado tal vez inconscientemente pero que está ahí como un problema social.
Concretamente, según Durkheim, la anomia implica la falta de normas que puedan orientar el comportamiento de los individuos. En el funcionalista Merton, sin embargo, la anomia representa la imposibilidad para ciertos individuos de acceder a los medios que sirven para obtener los fines establecidos socialmente, o viceversa.
Ya en los tiempos de
Platón, los hombres se preocupaban por la naturaleza de la sociedad y las relaciones del individuo respecto al orden social global.
Las formulaciones sociológicas de la anomia hechas por Durkheim y Merton han llegado a ocupar un lugar importante en la sociología contemporánea, porque han tratado de explicar distintas formas de conducta desviada en el seno de la sociedad global y su estructura social; cómo los individuos se comportan ante la situación de anomia o cómo adecuan sus actitudes ante fines y medios, fue categorizado por Merton con una la Teoría de la tensión,
Strain Theory, así:
-Conformismo o inactivo y posturas activas de innovación (cambio)
-Ritualismo (acomodación)
-Retraimiento o rebelión, según el mayor o menor grado de aceptación o reyección de fines propuestos y medios disponibles y de su nivel de disconformidad en la adecuación de expectativas y logros.
La anomia como se ha estado mencionando en este tema alude al concepto sociológico, psicológico y ecológico explicativo y operativo de situaciones de hecho de la demanda del individuo y la oferta de la sociedad, dentro de un proceso de desarrollo o de adaptación. Su medición puede enfocarse como desviaciones normativas o actitudes personales. Esto es según lo que Merton ha analizado.

La desorganización social

Como lo expresara Salvador Giner: “cuando se debilita la influencia de las reglas sociales sobre los individuos tiene lugar la desorganización social”. [1] El fenómeno de la desorganización social no es algo singular, se da en todas las sociedades y en todos los tiempos, sin embargo, cuando el grupo social logra reforzar el poder de las normas o encausar los comportamientos, entonces, se logra la organización social. El aumento y la responsabilidad de los individuos sobre la legitimidad o no de sus actos contribuyen a la organización social. La apatía normativa, el desencanto y la indiferencia se trasladan, como una derivación, al cumplimiento de las normas por los gobernantes como si no provinieran de la misma sociedad.
Carlos Nino, en Un país al margen de la ley, señala sobre la base de la sociedad argentina una larga serie de conductas observables que configuran un conjunto social anómico: la forma en que se transita por los espacios públicos, cómo estos son cuidados, la naturalidad con que se evaden las responsabilidades cívicas (pago de impuestos, por ejemplo), la forma en que se contamina el ambiente, la extensión de la corrupción etc. Testimonios todos de una sociedad abrazada a la ilegalidad entendida como falta de respeto a las normas; según Nino, el factor anómico opera por sí mismo en la generación de niveles bajos de eficiencia y productividad, y distingue tres tipos de ilegalidad diferentes:
a) La mera desviación individual que ocurre cuando los individuos encuentran conveniente
(para sus intereses) dejar de observar la ley (dado el probable comportamiento de otros).
b) La que se presenta cuando ocurre un
conflicto social que lleva a un sector a desconocer la legitimidad de la autoridad que dicta las normas en cuestión.
c) La que llama anomia boba, que implica situaciones sociales en las que todas resultan perjudicados.


[1] Salvador Guiner Historia del Pensamiento Social. Barcelona. Editorial Ariel, 1984 Pág.: 684.


La anomia boba no es resultado de intereses o valoraciones que la ley no pudo satisfacer y que se buscan satisfacer al margen de ella: es una forma de inobservancia que produce una disfuncionalidad en la sociedad. Para caracterizarla, Nino presenta el siguiente razonamiento:
Se podría decir que hay anomia cuando la no observancia de alguna norma en un cierto grupo social, sería eficiente, en el sentido de que ese estado de inobservancia sería óptimo respecto de cualquier otra situación posible; o sea, en ese estado nadie estaría peor y alguno, por lo menos, estaría mejor. Sin embargo, este criterio no es operativo si tomamos como parte del grupo social relevante (y como partícipes en la acción colectiva) a individuos que tienen propósitos lógicamente incompatibles con los de los demás. La eficiencia de una acción colectiva es anómica, si la inobservancia de una determinada norma conduce a una suma agregada mayor de satisfacción de preferencias, descontando cierta frustración de preferencias. Por el contrario una acción social es anómica, en el sentido de "ilegalidad boba", si resulta menos eficiente que cualquiera otra que podría darse en la misma situación colectiva y en la que se observa una cierta norma. [1]
Robert K. Merton señaló que la conducta anómala puede considerarse como un síntoma de disociación entre las aspiraciones culturales y los caminos socialmente estructurados para llegar a dichas aspiraciones. También sugiere que las normas sociales se formulan para reducir las anomalías y permitir alcanzar los fines o aspiraciones. La inobservancia de tales normas, en el caso de la "anomia boba", adquiere básicamente tres formas:
[1] NINO Carlos "Un país al margen de la ley", Buenos Aires, Emece, 1992 (reedición: Ariel, Barcelona, 2005).



a) El comportamiento finalista: cuando se adhiere a los fines generales pero pretendiendo satisfacerlos a través de una conducta diferente a la prescripta por la norma.
b) El comportamiento formalista/ritualista: cuando se observa la norma ignorando los fines a la que ella sirve (aun cuando tal comportamiento frustre los fines). Estos comportamientos distinguen a la conducta típicamente burocrática.
c) El comportamiento "chicanero": cuando se aprovechan los intersticios de las normas para satisfacer fines personales (aun cuando ello frustre los objetivos del conjunto).
[1]
La anomia se constituye con la generalización en el grupo social de cualquiera de las tres variedades de comportamientos mencionados. Desde Kant se sabe que uno de los rasgos de la moral es la autonomía, y que ella se manifiesta por la aceptación de los principios o normas por sus propios méritos, y no por haber sido prescriptas por alguna autoridad, o por las circunstancias en que deben ser aplicadas.
Pero buena parte de las acciones que desarrollamos no tienen eficacia por sí solas, sino como parte de prácticas sociales; pretender realizar la mejor acción desde el punto de vista moral, aisladamente, sin tomar en cuenta los efectos que producirá en combinación con otras, es una irresponsabilidad. Por lo tanto, lo que necesitamos justificar sobre la base de principios morales autónomos, no son acciones aisladas, sino nuestra contribución o no a las prácticas colectivas.
De igual forma es bien sabido que la falta de civismo impide una buena relación entre las personas que demandan servicios públicos y las autoridades. Es común la prepotencia y arrogancia por parte de muchos servidores o funcionarios,
[1] Robert K. Merton. Teoría y Estructuras Sociales. Fondo de Cultura Económica, México 1964


públicos incapaces y llenos de mediocridad, y sumado a ello por otra parte, los que tienen algún nivel económico que muchas veces les impide ver más allá de sus narices, los cuales se sienten con patente de corso para violentar las normas y las buenas costumbres fundamento esencial para la convivencia pacifica y para el desarrollo socio-económico de todo país.
En ocasiones, ni autoridades ni ciudadanos sabemos conducirnos con respeto y urbanidad frente al orden social y el estado de derecho. No Tenemos cultura de respeto a las normas, nos comportamos como una sociedad incivilizada. En ningún caso cualquiera que sea la corriente científica se permite violentar las normas en el desarrollo institucional público o privado.
No ha existido en la historia de la humanidad sociedad alguna que logre desarrollarse sin cumplir las reglas. El más mínimo evento social necesita un protocolo que cumplir.
La sociedad dominicana requiere más que nunca la consolidación del estado de derecho fuerte e inviolable respaldado por instituciones con lineamientos éticos y de principios morales, sustentados por la cohesión social.
Esta debe ser la prioridad de prioridades, desde aquí se podrá lograr todo lo demás, un proyecto de nación basado en los intereses nacionales y que representen las mayorías. Además, permitiendo la participación y desarrollo integral de toda población, en especial de los más necesitados.[1]
[1] NINO Carlos "Un país al margen de la ley", Buenos Aires, Emece, 1992 (reedición: Ariel, Barcelona, 2005).


Es muy común ver dentro de nuestra sociedad la violación del respeto hacia las cosas, tanto ajenas así como a las normas según la situación o actividad que el hombre realiza. La cual la misma sociedad la ido moldeando como una forma de defenderse, está siempre a la expectativa ante la falta de apoyo de las propias autoridades.
Una de las situaciones que podría reducir el incumplimiento de las reglas o normas dentro la sociedad es la que señala Nino; es el fortalecimiento del estado de derecho iniciando con las propias instituciones gubernamentales que de una u otra manera ha impedido la participación de la sociedad, que éticamente exista una conexión entre estas dos corrientes.

Cómo se mide la anomie y la anomia. En un estudio sobre la delincuencia hecha por Lander se encontró con que la delincuencia estaba relacionada esencialmente con la inestabilidad o la anomie de un área y no era función de características económicas ni nada en relación con ella. En cuanto a la anomia respecto a aspectos individuales, se ha llegado a la conclusión de que las clases relativamente inferiores son más propensas a la anomia, debido al acceso diferencial socialmente estructurado a los subsistemas de sustentación así como a la inaccesibilidad de los medios para alcanzar los fines socialmente deseados.
Algunos sociólogos han llegado a utilizar el termino alineación en vez de anomia para denotar el aspecto subjetivo de lo que Merton llamaba anomie. La distinción no siempre está clara, pero al individuo alineado se le consideraba como marginal, falto de normas y aislado. Una persona alineada es aquella que ha sido alejada y se halla en hostilidad con la sociedad y la cultura de la cual es portadora. Creo en esta ocasión que estos sociólogos se enfocan relativamente en los sujetos que no cuentan con un respaldo social, tal vez, académico, cultural, etc., lo que ha ocasionado que de alguna forma sean señalados, ante la falta de su preparación, formación o como le quieran llamar. Muchas veces no es que lo haga a propósito sino que la situación lo obliga, lo que muchos historiadores se basan solo en el comportamiento sin tomar en cuenta que esta afectación deriva de un sinfín de realidades poco aceptables. Existe una tendencia general en sociología a aceptar teorías antes de que hayan recibido un apoyo empírico adecuado por la investigación o la incorporación de otros esquemas conceptuales pertinentes. Esto ha sucedido también con respecto a la relación entre anomie y conducta desviada. A pesar de las refundiciones ha habido una serie de objeciones específicas contra esa teoría:
1) Se afirma que la teoría concibe a un acto atomístico e individualista quien elegiría adaptaciones al sistema social, con lo cual la teoría deja de tener en consideración la importancia de las interacciones con otros que sirven como grupos de referencia para el actor.

2) El acto de desviación se ve como un cambio brusco de tendencia a la anomie, a la desviación antes que un acontecimiento preparado por el proceso de interacción.
3) Muchos actos desviados pueden explicarse como parte de expectaciones de rol y no como disyunciones entre metas y medios.
4) La dicotomía entre metas culturales y medios institucionales, fundamentalmente para la teoría de la anomie, seria tan artificial que casi carece de significado, puesto que ambos elementos están vinculados a la realidad.
5) Es difícil identificar una serie de valores o metas culturales que podrían considerarse como universales en la mayoría de las modernas y complejas sociedades industriales. Los fines buscados surgen de las exigencias multivalentes ante las cuales se ven los individuos que participan en distintos grupos.
6) El concepto de anomie explica mejor la conducta desviada en aquellas sociedades donde el status es adquirido; una explicación diferente podrá ser necesaria para aquellas a las cuales el status es adscrito.
7) Es dudoso que la conducta desviada sea desproporcionadamente mas común en las clases inferiores tal como lo sostiene la teoría de anomie. Se necesitan mas estudios de la incidencia y el predominio de la conducta desviada con el fin de poder comprobar como un hecho lo que la teoría presume.
8) Aunque se admita que la tasa de desviación sea mayor en las clases inferiores, cabe preguntar porque la mayor parte de sus integrantes tratan de alcanzar las metas prescritas dentro de la conformidad.

9) La teoría subraya la importancia de la posición dentro de la estructura social y la aptitud para lograr las metas culturales. No toma en cuenta de un modo normal factores como subculturas, urbanización y el papel de adaptaciones de grupo o colectivas.
10) En el nivel de control social un importante problema teórico para explicar la desviación es como se origina la conducta desviada y como ciertas desviaciones conducen a la reorganización simbólica en el nivel de actitudes y roles de autoestima mientras que otras no lo hacen. Los elementos sociales que reaccionan contra los desviados y los aíslan se han pasado por alto.
11) Se ha objetado la adaptación del retraimiento, en particular como explicación de la toxicomanía por carente de presión y por ser una simplificación exagerada del proceso de autovaloración. [1]


Contextos de la conducta desviadaLa primera y esencial etapa de la historia de la anomia empezó en 1893, cuando Emile Durkheim menciono de paso a la anomie. La división del trabajo social. Pocos años después, en su clásica monografía Suicide, desarrollo el concepto en gran manera y se valió de el para interpretar uniformidades seleccionadas en las tasas de suicidio. Hacia fines de la década de 1930, esto empezó a cambiar casi por entero debido al desarrollo interno de la teoría sociológica misma. Cada vez
[1] DURKHEIM Emile (1858-1917) “La criminalidad es un hecho social y debe ser explicado socialmente.

más conscientes de la importancia de conceptos organizativos no limitados a una estrecha esfera del fenómeno social, los sociólogos estaban preparados para sacar deducciones mas y más extensas de conceptos que se habían introducido para organizar una limitada gama de fenómenos, pero que eran susceptibles de una aplicación más amplia.
Del lado de las variables culturales la teoría requería que se organizaran de modo metódico las conexiones entre las metas culturalmente ensalzadas y los medios aceptables desde un punto de vista normativo de lograr esos fines. Del lado de las variables sociales, la teoría dependía de la noción de estructura de oportunidad: la ubicación de las personas en la estructura social que afectara la probabilidad de acercarse a las metas ensalzadas por la cultura siguiendo los caminos aprobados a través de las normas.
A la sazón parecía evidente que, cualquiera que fuera su destino inmediato el concepto de anomie seria cada vez más estratégico en el análisis de la conducta desviada.


El grado de anomie
Las tasas de conducta desviada de los distintos tipos manifestada en la topología de los modos de adaptación. La conducta desviada sobreviene en gran escala solo cuando un sistema de valores culturales ensalza virtualmente por encima de todas las demás metas de éxito comunes para la población en general, mientras que la estructura social restringe con vigor u obstruye por completo el acceso a los modos aprobados de alcanzar esas metas para una parte considerable de aquella misma poblSegún Merton existen cinco tipos de adaptaciones a una situación en que los medios legítimos para alcanzar una meta son inalcanzables para ella:
1-Conformismo. En este caso supongo que se refiere a que el individuo acepta o en su caso se conforma con lo que se le atribuye.
2-Ritualismo: consiste en abandonar las metas del éxito y de la rápida movilidad social hasta un punto en que podemos satisfacer nuestras aspiraciones.
3-Rebelión: donde se encuentran la postura no conformista y la aberrante.
4-La innovación: por ejemplo se utiliza el crimen para lograr el éxito o el poder. Pero no todas las desviaciones en forma de innovación son disfuncionales para la sociedad.
5-Retraimiento: es el rechazo tanto a las metas culturales como de los medios institucionales. El individuo se encuentra frustrado. No renuncia a la meta del éxito pero adopta mecanismos de escape, tales como el derrotismo, el quietismo etc. Se da en los individuos autistas, psicoticos, alcohólicos.[1]Sin embargo, y aunque conectada con esta, no son las anomias de tipo psicológico las que a Merton le interesan. Él busca el concepto de anomia social. Para ello distingue dos "estructuras", una social y otra cultural. Si no entendí mal, la estructura social es más o menos lo que definimos acá como estructura: Se entiende por estructura social "el cuerpo organizado de relaciones sociales que
[1] ” K. MERTON Robert. La estructura teórica y social. Glencoe.

mantienen entre sí diversamente los individuos de la sociedad o grupo." Sin embargo, el concepto de "estructura" cultural me parece ontológicamente diferente, tanto que no podría encuadrase dentro de la misma clase que la social. Dice Merton:
"la estructura cultural puede definirse como el cuerpo organizado de valores normativos que gobiernan la conducta que es común a los individuos de determinada sociedad o grupo."
Vemos que en este caso ya no se trata de una relación entre actores (sean estos complejos o individuos) sino, mejor, de un puñado de estados mentales (los valores son eso) compartidos por la sociedad o grupo. Pero como todo estado mental es un estado cerebral, este es un estado individual. En nuestra representación de redes serían valores asociados a los nodos y no a los conectores, como lo era en el caso de la estructura social. Por lo tanto, la "estructura" cultural no es tal, sino un estado de la sociedad

El uso religioso del concepto de anomia
Como se mencionó al inicio de este trabajo, la religión interviene a nivel individual, ante la falta a la obediencia divina se da lo que es el pecado, en comparación con la desobediencia a las faltas de las normas se denomina anomia, que es a la falta de ley.
Veamos algunas referencias acordes a la religión como cultura formadora del ser humano o como desviaciones que se ha estado comentando en este proceso.
En el siglo III (a.C.) se hace la traducción griega del Viejo Testamento, lo que reunió el pensamiento griego y el judaico.
En la era Helénica hubo una especial relación entre judíos, griegos y romanos.

Mientras que los judíos y romanos aprendieron el griego-lengua y literatura-, los griegos prácticamente ignoraban la cultura judía y romana.[1]
Un profundo escritor judío Filón de Alejandría dio la perspectiva ética que se había perdido en la traducción griega del Viejo Testamento. En el pensamiento apocalíptico del judaísmo se encuentra el término anomia también en el Nuevo Testamento, en los escritos de Pablo, Juan y Mateo.
También en la antigüedad en la literatura bíblica se incluye el concepto de anomia sobre todo, en el Antiguo Testamento[2].
Observamos que en este sentido que la religión no es ajena a este tema sino que forma en gran parte a la sociedad. La anomia es falta a la ley y la desobediencia es falta hacia Dios.
Qué queremos decir con esto, que con la incorrección a las normas o reglas de las distintas acciones que el ser humano durante toda su vida, desde que nace hasta que muere culturalmente parte de los diversos elementos que la sociedad misma ha creado.
Anomia fue utilizada intercambiadamente por el término "hamartia", los dos fueron usados en plural para significar pecados.

En cambio en la Vulgata, la traducción oficial de la Biblia al latín, se usó anomia para iniquidad y hamartia pecado. Era también un término escatológico para designar hostilidad, fuerzas del mal contra el reino de Dios, en los últimos días del mundo. Anomia era la violación de los principios generales morales, del código escrito del judaísmo. Eran las fuerzas del mal contra las fuerzas del bien.
[1] Martin Hengel: Jew, Greek and babarians Filadelphia Fortres Press 1980. Descripción de la helenización
[2] El Antiguo Testamento comprende: Génesis, Éxodo, Levítico. Números y Deuteronomio.


No debemos olvidar que el judaísmo fue la base primera del cristianismo y del islamismo tres religiones monoteístas. [1]
Independientemente de lo que los códigos civiles atribuyen no podemos juzgar sin analizar la actividad violada.

Los Valores parte de la anomiaSebastián de Gracia[2] llamó "anomia aguda" cuando hay un deterioro o desintegración del sistema de valores que dan por resultado una marcada ansiedad31. Los juicios de valor, cualesquiera sean ellos, ya éticos, estéticos, económicos, políticos, educativo, religiosos y morales trasuntan las ideas que la sociedad genera. Por ello pueden variar de sociedad en sociedad o de tiempo en tiempo, aún de un grupo a otro y a nivel social al que el individuo pertenece. Los cambios en las valoraciones pueden explicarse en función de cambios históricos y de las cambiantes necesidades funcionales. [3] La obsolescencia que rápidamente sufren las ocupaciones y los conocimientos especializados que requieran el cambio permanente de tecnologías apropiadas ayudan a la intranquilidad o cuando no a la angustia y temor por el futuro. "Para sociología los valores son


[1] Robert K. Merton. Teoría y Estructuras Sociales. Fondo de Cultura Económica, México 1964
[2] Sebastián de Gracia The Political community. Chicago Manuscrit of Chicago Press, 1948
[3] Daisuku Ikeda y Bryan Wilson: Los valores humanos en un mundo cambiante. Buenos Aires. EMECE, 1993


hechos constituyentes de la estructura social. El sociólogo, no pretende valorar su equivalencia intrínseca, sino que los trata como objetos poco frecuentes del deseo socialmente condicionado, desigualmente distribuidos indiferentemente condicionados" [1]
Durkheim consideró que el valor es un hecho y la sociología estudia los hechos tal cual son, y por tanto, a la hora de juicios de realidad al ser hechos sociales son datos determinados para cada persona y limitan el comportamiento social hacia ellos. Para
Precisamente, de la angustia del hombre en la sociedad moderna se han ocupado los psicólogos sociales y sociólogos dando lugar a estudios, que en su momento, tuvieron gran repercusión.


Los valores humanos en un mundo cambiante.
Como claramente lo expresa el sociólogo de Oxford Bryan Wilson: “El mundo moderno se basa en premisas diferentes -cuando hace la comparación con el sentir y obrar del pasado- la ubicación social ha sido reemplazada por el contrato: las formas y costumbres populares por las reglas burocráticas; las lealtades y fidelidades personales por asociaciones impersonales; personas totales por actores que representan un papel; costumbres tradicionales por planificación racional; comunidad por organización; localismo por internacionalismo. La autonomía de la vida local ha sido invadida por una creciente interdependencia entre localidades, religiones y hasta naciones. La gente está regularmente en interacción social mutua no necesariamente se conoce como persona, sino sólo por la función que desempeña. La estructura del sistema ya no depende de la buena voluntad y del afecto, sino sólo del adecuado


[1] G. Duncan Mitchell, ed. Diccionario de Sociología. Barcelona Grijalbo 1983 Academia Nacional de Derecho y Ciencias Sociales de Córdoba


cumplimiento de las funciones por los ocupantes bien entrenados de cada empleo. Por consiguiente, las reglas de comportamiento moral ceden el lugar a reglamentaciones de tipo esencialmente técnico.
Algunos autores los valores son meras construcciones subjetivas. Simian decía: "los valores son los que se resisten a nuestra espontaneidad personal". A nivel teórico durante mucho tiempo se sostuvo que los valores inmutables y absolutos competían más a los moralistas, teólogos y filósofos que a los sociólogos. Al respecto Karl Mannheim dijo: "la justificación teológica y filosófica de los valores apela a los hábitos mentales de hombres acostumbrados a obrar bajo la autoridad, mientras que el punto de vista sociológico apela al hombre educado democráticamente porque la obligación social puede ser experimentada razonablemente".
Con lo que señalamos oportunamente Talcott Parsons consideraba a los valores y las guías generales para la conducta intencional. Los valores ejercen una forma de dominio sobre las normas, las que definen las relaciones de la colectividad. La realidad social está orientada por múltiples obligaciones, todos los cuales se apoyan en valores sociales específicos.
Las personas guían su acción según una escala de valores, podemos afirmar que la realidad social es una realidad constituida por las acciones humanas orientadas por ciertos valores.
Los antivalores que tienen relación con la anomia existente en una sociedad y en un momento determinado pueden referirse en forma general y sólo para citar algunos: a la deshonestidad; la irresponsabilidad en el accionar sin medir las consecuencias que aquella origina; la apropiación de los derechos intelectuales, subrayan la frivolidad, la falta de cuidado del medio ambiente en múltiples expresiones, la no aceptación de la diversidad y el disenso. Aceptar más las imágenes que las ideas y la defensa de los derechos grupales más que los derechos individuales. Lo que se relaciona con la violencia.

Los valores tienen una vinculación racional con las normas y el comportamiento se rige primero en las normas las que deben estar fundadas en respetar los valores. Son las normas las que ejercen la presión de la realidad sobre la población. Son las normas las que se consolidan mediante las sanciones. Es muy frecuente oír comentarios en nuestra realidad social que no se respetan los valores. En forma indirecta y en el lenguaje común se están refiriendo a la anomia social. Es decir, cuando a las normas y a su cumplimiento no se las considera importantes.

La Anomia en el Derecho
Es verdaderamente importante que los gobiernos se replanteen lo que es el Estado de Derecho a la luz del terrorismo internacional.
El 17 de octubre de 2006 el presidente Bush firmó la Military Comissions Act que legalizaba las comisiones militares, tribunales militares creados por un decreto presidencial tras los atentados del 11 de setiembre.
Para justificar la puesta en marcha de estas jurisdicciones tan liberticidas que incluso violan el propio código militar se apeló a la situación de urgencia. Esos tribunales se crearon para juzgar a extranjeros sospechosos de terrorismo para la Administración pero sobre los que no se cuenta con pruebas aceptables para la jurisdicción civil o militar.


El no derecho como base de un nuevo orden jurídico

Las comisiones militares pueden aceptar las pruebas por consentimiento y confesiones arrancadas por medio de los malos tratos. Aunque se prohíbe la tortura, se acepta «un cierto grado de coacción» y el presidente de la comisión es quien determina la duración de los interrogatorios. Igualmente se aceptan las «pruebas» obtenidas en países en los que se practica la tortura. Recordemos qué clase de «pruebas» permitieron hacer creer que Irak disponía de armas de destrucción masiva para justificar la invasión de ese país. El sistema de deslocalización de la tortura, puesto en práctica por la CIA, se legitima y la ley otorga protección jurídica a los torturadores que se sitúan bajo el mando de la Administración americana.
El sistema de comisiones militares reduce a papel mojado los derechos de la defensa. El acusado no tiene derecho a elegir abogado. Este es un militar encargado por el poder ejecutivo. El acusado puede quedar fuera de determinadas fases del proceso por razones de seguridad nacional y si algunas de las partes son clasificadas como secreto de defensa no tiene acceso al sumario. La ley no garantiza a los detenidos el derecho a ser juzgados, ni siquiera ante la comisión militar. De esta forma se salvaguarda la posibilidad otorgada al ministro de Justicia de mantener indefinidamente en situación de detención administrativa a cualquier extranjero sospechoso de terrorismo. Mientras que la Executive Order de noviembre de 2001 creaba tribunales especiales limitados a los extranjeros capturados fuera de territorio americano, la Military Comissions Act se extiende a los extranjeros residentes en EEUU.


Combatiente enemigo o enemigo del gobierno
Esta ley introduce en el Derecho la noción de enemigo combatiente ilegal. Da a esta incriminación un carácter directamente político al designar a «personas comprometidas en actividades hostiles hacia EEUU o que favorecen voluntariamente y materialmente tales actividades...». Esta definición es tan vaga que puede aplicarse incluso a movimientos sociales y a acciones de desobediencia civil. Lo que es aún más grave en tanto que la noción de combatiente enemigo se aplica también a los nacionales. Los combatientes enemigos ilegales pueden ser transferidos a las comisiones militares. Los combatientes enemigos de nacionalidad americana pueden recurrir a la jurisdicción civil para solicitar un Habeas Corpus.
El sistema de comisiones militares, destinado a juzgar a extranjeros, contempla asimismo un sistema de recurso formal ante un tribunal civil.
El tribunal de apelación de Columbia es la única instancia civil competente para tratar este tipo de casos. Pero este tribunal sólo tiene competencia para verificar la validez del procedimiento, cuando precisamente el procedimiento es la raíz del problema.
No hay investigación sobre la veracidad de los hechos imputados por la acusación.Esta ley que implementa las comisiones militares ha sido concebida desde sus inicios para ser aplicada al conjunto de la población, incluidos los ciudadanos nacionales. Vista la rapidez con la que ha sido votada, la ley conserva los rasgos de ese objetivo inicial.
La noción de combatiente enemigo ilegal, que da fundamento a los tribunales especia les, incluye a los nacionales. Entre las infracciones que pueden ser juzgadas por una comisión militar nos encontramos con la que castiga a una persona que «debiendo fidelidad y teniendo un deber hacia EEUU» apoya intencionadamente acciones hostiles hacia este país o sus aliados.
¿Quién aparte de un ciudadano norteamericano puede estar en esa situación de deber fidelidad o de tener deber hacia los Estados Unidos?
Entre otras infracciones que pueden ser juzgadas por las comisiones militares aparecen definiciones como el ataque a una propiedad o el pillaje que atentan directamente a las luchas sociales, al transformar en la práctica cualquier ocupación ilegal en acto de terrorismo. El carácter directamente político de estos delitos es indicativo de la intención original del gobierno de poder llevar a ciudadanos americanos ante estas comisiones.


Políticamente ordenado
La introducción de la anomia en la ley hace que ésta no pueda ser justificada en razón del estado de urgencia, extiende la excepción en el tiempo. Procede a una mutación en el orden jurídico y político. Crea un derecho puramente subjetivo que se deja en manos del poder ejecutivo. Este segundo puede designar a cualquier persona como combatiente enemigo, nombrar a los jueces militares y determinar el nivel de coacción en los interrogatorios.
Esta ley ofrece la oportunidad de criminalizar las acciones políticas de los ciudadanos americanos y arroja al conjunto de los extranjeros, sospechosos de terrorismo, a un sistema de violencia pura. Legaliza las presiones, físicas y psicológicas, cercanas a la tortura. La ley contempla la encarcelación administrativa, no limitada en el tiempo, de extranjeros a los que se considera combatientes enemigos, o autoriza, según conveniencia de la Administración, a juzgarlos en jurisdicciones de excepción. Esta ley no sólo afecta a individuos capturados por EEUU o residentes en el país ya que, en el marco de los acuerdos de extradición firmados en junio de 2003, toda persona de la UE acusada de terrorismo podría ser puesta en manos de las autoridades americanas para que le sea aplicado este derecho de excepción.

Este procedimiento se inscribe en un doble sistema jurídico: Estado de derecho restringido para los americanos y violencia pura para los extranjeros. Aunque el objetivo inicial del gobierno, la supresión del Habeas Corpus para el conjunto de la población, no ha salido adelante, como bien ha explicado el senador republicano Linsay Gram «este es un buen inicio». [1]

Conclusiones
Llegamos a la conclusión de que el término anomia encierra su propia complejidad de entendimiento, quizás sea al interés propio del que lo requiere, hacer un cambio total a su forma de ser, de actuar, de pensar, de accionar o en caso aprender a hacerlo.
Para hacernos más entendibles diremos cristianamente que la Anomia se constituye en la medida que exista una tendencia odiosa y marcada en los ciudadanos de violar las normas sociales —no así las leyes, por tanto esto constituiría, más que Anomia, delito (aunque, naturalmente con algo se empieza)—.
Como hemos viniendo analizando dentro de una Anomia rayana en la delincuencia, no es por querer hacerlo sino por las diversas circunstancias a la que hemos aludido. Por lo tanto este tema no acaba aquí si no que pretende o en su caso extenderlo en otro momento, aquel que se da cuando el individuo aprovecha los intersticios de la norma para la satisfacción de fines personales.Antes de que aparezca algún erudito a mostrar de ejemplo de Anomia a la
[1]PAYE Jean-Calude. Sociólogo belga. “El fin del Estado de Derecho
Antes de que aparezca algún erudito a mostrar de ejemplo de Anomia a la desobediencia civil, prudente es destacar que para poder catalogar una conducta de anómica la misma debe tener por resultado la concreción de un daño o perjuicio para la colectividad a cualquier plazo. En términos sencillos, el querer generalizado de hacer lo que nos inspire la sublime, realísima y regalada… voluntad, llevándonos por delante normas sociales y algunas veces jurídicas, nos convierte en factores de una sociedad eminentemente anómica.
Por fortuna para estas malas costumbres nuestras existe gran variedad de soluciones, algunas drásticas y a corto plazo; otras más delicadas y de largo alcance, esperemos que en su momento podamos combatirlo de tal forma cuidar la afectación de terceros, ya que suele suceder. Hacer hincapié de que gran parte de este problema es por parte de las autoridades civiles pero sin duda la práctica que en nuestro país ha demostrado mayor efectividad frente a la Anomia ha sido la de llevarnos arreados a todas partes, y no sólo con cartelitos con los que la gente termina limpiándose… la conciencia, sino con verdaderas barreras que obligan a los ciudadanos a respetar la norma a cualquier costo, como el ejemplo de los asientos de las placitas con tubos transversales para evitar que la gente se acueste sobre ellos, el cercado de espacios verdes para que no se pise la grama, o tal y como sucede en mi ciudad, la ubicación de un policía de tránsito en cada esquina para que la gente sea menos descarada al conducir su vehículo.
La tendencia que describimos en el párrafo anterior, no sin pesar la vemos como propuesta de solución a la crisis social en los planes de gobierno de muchos candidatos a alcaldes y gobernadores, lo que nos conduce a preguntarnos ¿Realmente es necesario llegar a este extremo para que de la obligación nazca en todos la costumbre de cumplir y hacer cumplir las normas? Cuestión de involución…

BIBLIOGRAFÍA
Daisuku Ikeda y Bryan Wilson: Los valores humanos en un mundo cambiante. Buenos Aires. EMECE, 1993
DURKHEIM Emile (1858-1917) “La criminalidad es un hecho social y debe ser explicado socialmente.
El Antiguo Testamento comprende: Génesis, Éxodo, Levítico. Números y Deuteronomio
Émile Durkheim (La división del trabajo social y El suicidio) y Robert K. Merton (Teoría social y estructura social);
G. Duncan Mitchell, ed. Diccionario de Sociología. Barcelona Grijalbo 1983 Academia Nacional de Derecho y Ciencias Sociales de Córdoba.
http://es.wikipedia.org/wiki/Anomia
K. MERTON Robert. La estructura teórica y social. Glencoe. 1957 Pag. 131-194
Martin Hengel: Jew, Greek and babarians Filadelphia Fortres Press 1980. Descripción de la helenización
NINO Carlos "Un país al margen de la ley", Buenos Aires, Emece, 1992 (reedición: Ariel, Barcelona, 2005).
Robert K. Merton. Teoría y Estructuras Sociales. Fondo de Cultura Económica, México 1964
Sebastián de Gracia The Political community. Chicago Manuscrit of Chicago Press, 1948
PAYE Jean-Calude. Sociólogo belga. “El fin del Estado de Derecho




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